''Publicado por primera vez Viernes 30 de Septiembre, 2005; revisión sustancial Viernes : viernes 29 de Mayo, 2009 . ''
Existe, pues, una asimetría en nuestra reacción espontánea a los estímulos durante el ver y el sentir dolor; es decir, nuestro interés y enfoque espontáneos resultantes de las experiencias perceptuales es diferente en cada caso. Podemos representar esta asimetría con un esquema ('''Figura 1''').
(<nowiki>Asimetria[[File:asimetria.pn</nowiki>g)png|center]]
<div align="center">'''Figura 1: '''Existe asimetría en la aplicación del concepto inclusive cuando se asume que la estructura del flujo de la información es simétrica en los casos de contraste.</div>
Por consiguiente, la incorregibilidad mencionada con anterioridad se reduce a la propia incorregibilidad acerca de nuestras propias experiencias. En la medida en que somos incorregibles en discriminar e identificar conceptualmente nuestras propias experiencias, en tal medida no podemos equivocarnos acerca de nuestros propios dolores. De allí que la localización de la aplicación del concepto son las experiencias de dolor, aunque nos parezca que estamos aplicando el concepto del dolor a localizaciones corporales (ver más adelante). Por ende, en un (cierto) sentido, las alucinaciones o ilusiones son posibles, no respecto de la sensación/experiencia del dolor, sino respecto de si estas experiencias representan correctamente algún daño tisular, esto es, el objeto de percepción durante la sensación de dolor.