<span id="7"> 7.- H. H. Price (1950) parece defender este tipo de perspectiva. Él introduce la noción de un ‘campo de sentido’ de acuerdo al cual “los datos sensoriales no están en ''ningún lado'', aunque tengan sus lugares en sus propios campos de sentido” (Price 1950, 248). Sin embargo, Price no trata los dolores como datos sensoriales en sí mismos, sino como “partes destacadas de un dato sensorial (en otras palabras, de un total somático) el cual muestra un tipo particularmente llamativo de cualidades sensibles” (Price 1950, 232). Para Price, cuando se refiere a sensaciones somáticas y sentimientos, existe sólo un dato sensorial con su propio campo de sentido somático único de modo tal que todos los sentimientos y sensaciones corporales son cualificaciones o modificaciones del mismo. [[#VII|Volver al texto]]
<span id="8"> 8.- Perkins (1983) no es un teórico de los datos sensoriales, aunque es un realista indirecto. Él prescinde de objetos fenoménicos a favor de cualidades fenoménicas representadas por nuestra propia experiencia o que nosotros incorporamos de alguna manera. Pero aun así, él toma el modelo del acto-objeto como el análisis apropiado de la experiencia sensorial excepto que el acto ahora es dirigido no hacia un ''objeto'' mental sino más bien hacia una instancia de una ''''''cualidad''. Por consiguiente, no todas las teorías realistas indirectas son teorías de los datos de los sentidos, pero esta sutileza, aunque importante para algunos propósitos, no hará a la diferencia para lo que sigue – pero véanse las Secciones 3.1 y 3.5. [[#VIII|Volver al texto]]
<span id="9"> 9.- Otros teóricos perceptuales (en la tradición realista directa) incluyen McKenzie (1968), Wilkes (1977), Fleming (1976), Graham y Stephens (1985) y Stephens y Graham (1987), Newton (1989), Hardcastle (1997; 1999). Para críticas de algunas de las perspectivas perceptuales del dolor, véase Vesey (1964a, 1964b), Margolis (1976), Mayberry (1978, 1979), Everitt (1988), y Grahek (1991). Grice (1962) ha argumentado ya que existe una distinción fundamental entre las sensaciones corporales y la percepción estándar. Véase Armstrong (1994), y Pitcher (1978) para críticas del trabajo de otro teórico perceptual, McKenzie (1968), el cual declara que ‘el dolor puede ser aceptado como un sentido en el modo en que el olfato es un sentido’ (McKenzie 1968, 189). Para una defensa reciente y bastante radical de la perspectiva perceptual del dolor, véase Hill (2004, 2006). [[#IX|Volver al texto]]