Reduccionismo en biología

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==Introducción==
<div align="right">“''Reducimos, reducimos y reducimos, pero los hábitos del antropomorfismo y la metáfora son difíciles de matar''” (</div><div align="right">Margaret Drabble, ''The Sea Lady'', 146).</div> 
La reducción (reduccionismo) abarca varios temas filosóficos relacionados. Podemos distinguir al menos tres tipos centrales de reducción: ontológica, metodológica y epistémica (Sarkar 1992; cf. Nagel 1998). Aunque los argumentos a favor y en contra del reduccionismo a menudo incluyen una combinación de posiciones relacionadas con estos tres tipos, estas diferencias resultan significativas dado que no se obtienen relaciones de implicación directa entre los diferentes tipos de reducción (aunque ciertos compromisos tácitos sobre estas relaciones prevalecen en buena medida).
''(i) La reducción ontológica'' refiere a la idea de que cada sistema biológico particular (<nowiki>v.gr</nowiki>. un organismo) está constituido solamente por moléculas y sus interacciones. En metafísica, esta idea es usualmente denominada “físicalismo” (o materialismo), la cual en un contexto biológico asume que (a) las propiedades biológicas supervienen sobre las propiedades físicas (i.e. no existe diferencia en una propiedad biológica sin que exista una diferencia en una propiedad física subyacente), y (b) cada proceso biológico particular (o ''caso'') es metafísicamente idéntico a algún proceso físico-químico particular. Este último principio es a veces llamado reducción caso-caso, en contraste con un principio más fuerte según el cual cada tipo de proceso biológico es idéntico a un tipo de proceso físico-químico. La reducción ontológica, en este sentido más débil, es en la actualidad una posición por defecto entre filósofos y biólogos, aunque los detalles filosóficos, tales como si acaso hay propiedades emergentes genuinas, sean aun controversiales. Distintas versiones del fisicalismo pueden dar lugar a diferentes implicaciones para la reducción ontológica en biología (Dowell 2006). La negación del fisicalismo por el vitalismo, la doctrina según la cual los sistemas biológicos son gobernados por fuerzas que no son de naturaleza físico-química, es principalmente de interés histórico. (El vitalismo también admite varias versiones, especialmente con respecto a cómo entender fuerzas de naturaleza no físico-química; ver Sección 2). Algunos autores han argumentado con vehemencia a favor de la importancia de conceptos metafísicos en la discusión sobre el reduccionismo en biología (Rosenberg 1978, 1985, 1994, 2006).
''(ii) La reducción metodológica'' refiere a la idea de que resulta mucho más fructífero estudiar los sistemas biológicos en el nivel más bajo posible, y que los estudios experimentales deberían apuntar a revelar las causas moleculares y bioquímicas de tales sistemas. Un ejemplo común de esta clase de estrategia es la descomposición de un sistema complejo en sus partes (Bechtel y Richardson 1993); un biólogo podría investigar las partes celulares de un organismo en vistas a comprender su comportamiento, o investigar los componentes bioquímicos de una célula para entender sus características. Si bien el reduccionismo metodológico está a menudo motivado por la presunción de reducción ontológica, esta sugerencia procedimental no se sigue de manera directa de aquélla. De hecho, a diferencia de la idea de reducción ontológica, el reduccionismo metodológico puede ser muy controversial. Se ha argumentado que estrategias de investigación ''exclusivamente'' reduccionistas pueden estar sistemáticamente sesgadas, en tanto pasan por alto características biológicas prominentes, y también que, en ciertos contextos, la estrategia más fructífera consiste en integrar el descubrimiento de causas moleculares con la investigación de características de alto nivel (Wimsatt 1980). [[#1|<sup>1</sup>]]<span id="i">
==Trasfondo histórico: filosófico y científico==
<div align="right">''“¿Y qué, pregunta Ailsa al azar, mientras ojea las páginas de Darwin, es la morfología? Morfología son conejos muertos en formol, dice Humphrey”'' </div><div align="right">(M. Drabble, ''The Sea Lady'', 225)</div> 
Sin lugar a dudas, el crecimiento y el desarrollo de la biología molecular durante la segunda mitad del siglo pasado han convertido al reduccionismo en biología en un tema central (y “ADN” en una palabra de uso corriente). Sin embargo, sería erróneo asumir que los diferentes aspectos del reduccionismo se popularizaron solamente en los inicios de la molecularización de la biología, yuxtapuesto con la discusión sobre la reducción desde la perspectiva del empirismo lógico (ver Sección 3.1.). Más allá de la perenne preocupación de qué hace distintivo al fenómeno de la vida, podemos distinguir al menos dos tópicos reduccionistas a lo largo de toda la historia relevante para las ciencias de la vida y su filosofía: (1) la relación entre diferentes ramas o dominios de conocimiento, y (2) la relación entre partes y todos (Grene y Depewe 2004, Magner 1994). Estos dos tópicos se conectan de una manera compleja tanto con el tipo ontológico de reducción como con el epistémico. (Las preguntas acerca de la reducción metodológica tienden a fusionarse alrededor de las nuevas tecnologías que abren la posibilidad de perseguir métodos reduccionistas de investigación, tales observaciones en los niveles inferiores mediante microscopios). Además, estos tópicos surgen en el contexto de dominios específicos que tienen un interés imperecedero: (a) la compleja relación entre diferentes animales y plantas en ambientes naturales (i.e. “ecología”), (b) las relaciones integradas entre las partes y el todo de un organismo (i.e. “fisiología/anatomía funcional”), y (c) las relaciones dinámicas entre los componentes homogéneos en los estadios tempranos de un embrión que, eventualmente, engendra un organismo completo unificado que contiene partes heterogéneas conectadas y dispuestas de manera apropiada (i.e. “desarrollo /reproducción”).
==Modelos de reducción (epistémica)==
<div align="right">''“Él no fue tanto un buzo. Fue más bien un hombre de laboratorio. Bucear estaba fuera de moda … Todo era ADN y genes y cromosomas y microbiología y eubacterias en esa época. O así se lo habían enseñado todos esos libros”.'' </div><div align="right">(M. Drabble, ''The Sea Lady'', 8-9)</div> 
La mayor parte de la discusión en filosofía de la ciencia contemporánea se ha centrado en el problema de la ''reducción epistémica'' (antes que en la reducción ontológica o metodológica; ver Hoyningen-Huene 1989). La idea básica de que el conocimiento (u otra unidad epistémica, tal como los conceptos) pertenecientes a un dominio científico pueden reducirse a otro cuerpo de conocimiento (o a otra unidad epistémica) ha sido detalladamente explicada de diferentes maneras. Es útil agrupar los diferentes enfoques de reducción en dos categorías básicas: (1) modelos de ''reducción teórica'', los cuales mantienen que una teoría de nivel superior puede deducirse lógicamente de una teoría de nivel inferior, y, (2) modelos de reducción explicativa, los cuales focalizan en si las representaciones de características de nivel superior pueden explicarse por medio de representaciones de características de nivel inferior, usualmente descomponiendo un sistema de nivel superior en partes (Sarkar 1992). Los modelos de reducción teórica fueron de interés primordial en la filosofía pos-positivista que emergió en los ’60, y han sido los que recibieron la mayor atención (Schaffner 1993). Más recientemente, se han desarrollado enfoques de reducción explicativa para subsanar las deficiencias de los enfoques centrados en teorías, de manera que la reducción teórica ha sido, en gran medida, desplazada del centro de la escena por enfoques competentes de reducción explicativa (ver, no obstante, Dizadji-Bahmani et al. 2010).
==Problemas con el reduccionismo==
<div align="right">“''No se puede aprender todo en el laboratorio, solía decir. El todo es más que la suma de las partes, nos dijo. El todo se comporta de modo diferente a las partes, y tiene propiedades diferentes. Eso es lo que él nos enseñó, y tenía razón. Decirlo hoy, cuando pasamos el tiempo escudriñando las interacciones de los microbios eucariotas, está fuera de moda, pero sin embargo es verdad. Todavía es verdad''.” </div><div align="right">(M. Drabble ''The Sea Lady'', 140–1)</div> 
Las propuestas de reducción teórica y explicativa enfrentan varios problemas potenciales. Algunas críticas del reduccionismo (epistémico) enfatizan que los efectos de los procesos moleculares dependen fuertemente del contexto en el que ocurren, de modo que ''una'' clase molecular puede corresponder a ''muchas'' clases de nivel superior (Sección 4.1). Un desafío prominente y significativo al reduccionismo surge del hecho de que las estructuras y los procesos biológicos de nivel superior pueden ser realizados por diferentes clases de procesos moleculares, de tal modo que ''muchas'' clases moleculares pueden corresponder a ''una'' clase de nivel superior (Sección 4.2). Un punto que no ha sido mencionado en críticas previas al reduccionismo es que los procesos biológicos deben ser representados antes de que puedan ser explicados (Sarkar 1998). Cuando se atiende explícitamente a la representación, se resaltan dos características que han recibido poca atención en los debates acerca de la reducción explicativa: la temporalidad y la intrinsicalidad (Sección 4.3).
==“Alternativas” al reduccionismo: más allá de las dicotomías==
<div align="right">''La brutalidad y el reduccionismo de la victoria microbiológica no ha destruido toda especulación. La etología y los etólogos han sido embestidos, pero no han perecido'' </div><div align="right"> (M. Drabble ''The Sea Lady'', 150).</div> 
Gran parte de la discusión pasada acerca de la reducción presupone una visión unitaria de la tarea científica que involucra una relación entre clases naturales, leyes, dependencia contrafáctica, explicación y confirmación (Godfrey-Smith 2008). Una de las características más extendidas de la biología moderna, que parece ''prima facie'' incompatible con muchas de las tesis reduccionistas metodológicas y epistemológicas, es la proliferación y el florecimiento de diversas disciplinas biológicas, moleculares y de otro tipo. A pesar de la pretendida “hegemonía de la biología molecular” (Kitcher 1999a), las subdisciplinas biológicas enfocadas en los niveles superiores de organización no han desaparecido. Tal como lo expresa adecuadamente Fodor (1997): “Ciencias especiales: todavía autónomas después de todos estos años”. Por algún tiempo, esta característica de la investigación biológica, junto con muchos de los problemas asociados con la reducción teórica (especialmente, su inaplicabilidad a la práctica científica, pero también las dificultes para identificar “niveles” nítidos y distinguibles a ser relacionados reductivamente), ha estimulado a los filósofos a rechazar la “reducción” como la relación apropiada (o la única) entre conceptos y explicaciones provenientes de diferentes dominios.[[#14|<sup>14</sup>]]<span id="xiv"> En cambio, se han propuesto relaciones de coordinación conducidas por el compromiso de unificar, integrar o sintetizar aspectos del conocimiento científico (Bechtel y Hamilton 2007, Potochnik 2011). <nowiki>Lindley Darden y Nancy Maull estuvieron a la vanguardia de esta discusión con el concepto de teoría inter-campos [</nowiki>en inglés, ''inter-field theory''] (Darden y Maull 1977, Maull 1977). Por ejemplo, el advenimiento de la teoría cromosómica de la herencia en la década de 1910 trazó un puente entre los campos, previamente desvinculados, de la genética mendeliana (que estudiaba los patrones fenotípicos de la herencia a lo largo de las generaciones) y la citología (que lidiaba con el contenido material de las células). Esta teoría inter-campos efectuó la unificación de estos dos campos, pero la genética mendeliana y la citología no fueron reducidas una a la otra, ni fueron ambas reducidas por la teoría inter-campos. Otro trabajo más reciente ha articulado las relaciones entre campos sin basarlas en la noción de teoría (Bechtel 1986, Burian 1993, Grantham 2004a, 2004b, Mitchell 2002). Esta línea va en paralelo con la tendencia, entre los reduccionistas explicativos, de alejarse de las teorías como única unidad epistémica de interés (Sección 3.2), pero el énfasis está puesto en los relata tales como coordinación, integración, síntesis, o interacción recíproca, en contraposición a la reducción. Una razón fundamental para estos relata emerge de la demanda de investigación multidisciplinar, dado que la tarea explicativa involucra coordinar diversos recursos epistémicos, lo que conduce a un rechazo implícito de la “fundamentalidad” de una disciplina particular como aquella que produce las explicaciones de carácter empírico más adecuadas.
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