Metafísica analítica

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La relevancia de la contribución de Fine consiste en haber mostrado la insuficiencia de esta perspectiva. Corregir estas deficiencias requiere introducir nociones primitivas que no admiten ser analizadas por recursos modales. De acuerdo a la concepción modal de la esencia, resulta ‘esencial’ para un objeto ''a'' ser un elemento del conjunto singleton {''a''}, pues en todos los mundos posibles en que existe ''a'' existe también el conjunto {''a''}. Pero no parece esencial para ''a'' ser elemento de algún conjunto. La ‘identidad’ de un objeto no tiene que ver con ser o no elemento de tal o cual conjunto. Al revés, sí parece algo constitutivo de la identidad de un conjunto cuáles sean sus elementos. Además, es un hecho necesario que, por ejemplo, 2 + 3 = 5. Así, sería parte de la esencia de cualquier objeto el poseer la propiedad de ''ser tal que'' 2 + 3 = 5, pero no parece constitutivo de la identidad de un objeto cualquiera la totalidad de los hechos aritméticos. Si se quiere preservar la intuición de que hay propiedades que determinan ‘lo que algo es’ o ‘la identidad’ de un objeto, entonces se requiere hacer una distinción entre las propiedades que posee un objeto en todos los mundos posibles en que existe. Sólo algunas de esas propiedades son relevantes, pero las covariaciones modales no son capaces de efectuar esa discriminación. Fine propone, entonces –siguiendo una venerable tradición filosófica que se remonta a Aristóteles– tomar las esencias como primitivos, sin pretender analizarlas de algún modo. Las entidades poseen esencias y eso es un hecho básico. Los hechos modales, esto es, la distribución de hechos en los diferentes mundos posibles, están fundados en las esencias de las cosas y no al revés. Fine descansa en este concepto primitivo de ‘esencia’ para analizar la relación de dependencia ontológica. Una entidad ''A'' depende ontológicamente de ''B'' porque ''B'' es un constituyente de la esencia de ''A'' (cf. Fine 1995). Así como qué sea esencial no puede ser analizado en términos modales, tampoco puede ser analizado en términos modales qué sea dependiente ontológicamente de qué.
           El enfoque de Fine para entender las nociones de ‘esencia’ y de ‘dependencia ontológica’ se ha utilizado luego para entender la relación de ‘fundación’ (''grounding''). El ‘fundamento’ de un hecho ''A'' es la pluralidad de hechos ''B''<sub>1</sub>, ''B''<sub>2</sub>, …, ''B''<sub>n</sub> que son ‘constitutivamente suficientes’ para garantizar la existencia de ''A''. No se pretende analizar esta relación de prioridad ontológica en términos de otros conceptos más básicos o mejor comprendidos. Al revés, se asume la comprensión previa de esta relación de ‘fundación’ para entender otras nociones y otras tesis filosóficas. La existencia de una relación de fundación entre el hecho ''A'' (lo fundado) y los hechos ''B''<sub>1</sub>, ''B''<sub>2</sub>, …, ''B''<sub>n</sub> implica que es necesario que, si son efectivos ''B''<sub>1</sub>, ''B''<sub>2</sub>, …, ''B''<sub>n</sub>, entonces ''A'' es efectivo. Las conexiones de fundación determinan covariaciones modales, pero no pueden ser analizadas como tales covariaciones. Por ejemplo, es necesario que si es efectivo el hecho de que Micifuz es un gato, entonces es efectivo el hecho de que 2 + 3 = 5 –pues, en efecto, es un hecho necesario que 2 + 3 = 5, por lo que la implicación estricta que tenga como consecuente que 2 + 3 = 5 será verdadera, sin importar cuál sea el antecedente. Sería absurdo pensar, sin embargo, que la naturaleza del gato Micifuz sea ontológicamente determinante de hechos aritméticos. La relación de fundación impone una estructura ontológica al ordenar los hechos por conexiones irreflexivas, asimétricas y transitivas. Se trata de una relación no-causal de determinación ontológica explicativa. Rápidamente se ha visto que la ‘fundación’ es el tipo de conexión que se ha buscado en muchas discusiones filosóficas. Por ejemplo, por mucho tiempo se ha querido describir la conexión entre los hechos mentales y los hechos físicos como de ‘superveniencia’. Se advirtió luego que la ‘superveniencia’ no es, de por sí, asimétrica y describe simplemente covariaciones modales[[#6|<sup>6</sup>]]<span id=".Lo que se ha querido sostener en estas discusiones es que los hechos mentales están fundados en los hechos físicos.....">
Durante los últimos diez años la relación de ‘fundación’ ha sido objeto de una atención notoria (cf. por ejemplo, los volúmenes Correia y Schnieder 2012a; Jago 2016; Bliss y Priest 2018). Hay una multitud de cuestiones que son objeto de una viva discusión. Muchos han tratado la relación de fundación como una relación entre ‘hechos’ (cf., por ejemplo, Rosen 2010). Otros la han tratado como conectivos oracionales (cf. Fine 2012), esto es, como un conectivo que permite construir oraciones complejas a partir de oraciones más simples. En la notación de Fine, la expresión “''A'' < ''B''” se debe leer como diciendo que “''B'' porque ''A''”. Las teorías de la ‘fundación’ son regimentaciones de las expresiones en las que utilizamos “porque” para expresar explicaciones ontológicas no causales. La relación de ''truthmaking'' sería un tipo de fundación entre la verdad de una proposición y los hechos que la determinan (cf. Correia y Schnieder 2012b, 25-28; Fine 2012, 43-46).
 
           En estos desarrollos, entonces, hay dos relaciones diferentes de prioridad ontológica. Por un lado, la dependencia o dependencia esencial y, por otro, la fundación. La base de dependencia de un ente es algo ‘constitutivamente necesario’ para ese ente. El fundamento de algo es ‘constitutivamente suficiente’ para su existencia. Nada obsta, entonces, para que se den situaciones en las que estas relaciones interactúen entre sí (cf. Fine 2015). Un ente puede ser dependiente de una base ontológica que no es su fundamento. Un ente puede estar fundado en una base de la que no depende. Un ente puede estar fundado y ser dependiente al mismo tiempo de una base. Un caso mucho más controversial es la situación en la que dos o más entidades poseen relaciones cruzadas en sentidos opuestos de fundación y dependencia. Supóngase que ''B'' está fundado en ''A'', pero que ''A'' depende ontológicamente de ''B''. Lo usual ha sido asumir que tanto la fundación como la dependencia son relaciones asimétricas lo que haría ininteligible una hipótesis de este tipo. Aunque no sería un caso de fundación mutua o de dependencia mutua entre dos ítems, sería un caso en el que aquello que garantiza la existencia de un ítem no puede existir sin la existencia previa de aquello que funda. Ha existido, sin embargo, toda una corriente de discusiones que han puesto en cuestión las características básicas de estas relaciones de prioridad ontológica: irreflexividad, asimetría y transitividad (cf. en especial, los trabajos en Bliss y Priest 2018). También ha sido una suposición generalmente aceptada que las cadenas de fundación o de dependencia deben ser finitas y deben terminar en entidades ‘básicas’, ya sea por ser fundamentales o ya sea por ser independientes. La mayor claridad sobre estas relaciones ha permitido formular y examinar otras hipótesis de alcance muy general acerca de la estructura ontológica básica del mundo. Así como en epistemología el fundacionalismo epistemológico ha sido tradicionalmente contrastado con concepciones coherentistas e infinitistas acerca de la justificación, se ha estado explorando la inteligibilidad de diferentes formas de ‘coherentismo ontológico’ con relaciones de fundación y dependencia no asimétricas. También se ha explorado la inteligibilidad de formas de ‘infinitismo ontológico’ si es que se abandona el requerimiento de que las cadenas de fundación o dependencia deban tener una cota inferior.
 
           Es temprano todavía para hacer una evaluación global de todos estos desarrollos. La discusión sobre la ‘fundación’ y la ‘dependencia’ ha concentrado la atención reciente porque se ha advertido que las alegaciones sobre qué funda qué o qué depende de qué son cruciales para la adjudicación de cualquier debate metafísico. El modo en que deba hacerse esa adjudicación es muy diferente si es que es admisible alguna forma de estructura coherentista. La mayor claridad sobre las estructuras de fundación y dependencia promete generar una transformación tan profunda como lo fue la de los años 70 del siglo pasado cuando se dejó atrás la prevalencia que se le asignaba a las consideraciones semánticas para hacer metafísica. <span id="......">
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