Psicología positiva

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Seligman y Csikszentmihalyi (2000, 5) plantearán que el campo de la psicología positiva se centra en tres niveles: subjetivo (experiencias subjetivas valiosas), individual (rasgos individuales positivos) y grupal (las virtudes cívicas que llevan a un hombre a ser un buen ciudadano). Las temáticas vinculadas a estos tres niveles pueden verse representadas en la tabla 1.
<div align="center">Tabla 1. Campo de la Psicología Positiva</div>
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Con posterioridad Seligman (2011) propondrá la teoría P.E.R.M.A como uno de los temas centrales de la psicología positiva, temática que será abordada más adelante.
Perterson y Park (2009) dirán que de esas 6 virtudes fundamentales se desprenden 24 fortalezas las cuales pueden verse reflejadas en la Tabla 2.
<div align="center">Tabla 2. Clasificación de las Fortalezas VIA (Tomado de Peterson y Park 2009) </div>
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Por fortaleza de carácter se entenderá los ingredientes psicológicos (procesos o mecanismos) que definen las virtudes. Son rutas distintas para mostrar de uno u otro modo una virtud (Peterson y Seligman 2004). Por ejemplo la virtud de la templanza puede lograrse a través de la capacidad para perdonar, de la modestia, la prudencia y la autorregulación. Todos estos aspectos son similares en que todos ellos implican la adquisición y el uso de la templanza pero también son distintos. Todas estas fortalezas son reconocidas y valoradas de manera omnipresente, aunque un individuo raramente las mostrará todas. Afirman que alguien tiene un buen carácter si él o ella muestra una o dos fortalezas dentro de un grupo de virtud. También afirmarán que esa clasificación no es exhaustiva y que subsecuentes investigaciones pueden contribuir en la identificación de nuevas fortalezas (Peterson y Seligman 2004).
Algunos autores sugieren que los postulados fundamentales de la psicología positiva no son nuevos sino que reeditan conceptos que ya han sido desarrollados por la psicología como, por ejemplo, la psicología humanista (Kristjánsson 2012) pero también toman postulados que son propios de movimientos religiosos o espirituales tales como ideas desarrolladas en la Biblia, el Corán, enseñanzas de Dalai Lama, etc. (Pérez-Álvarez 2012). Esto llevó a sugerir que la psicología positiva si bien pretende ser un conocimiento científico no logra serlo dado que propone postulados casi como si fuera una religión (Lazarus 2003a, 176). Los principios de la psicología positiva tales como ser positivos y pensar en positivo parecen más eslóganes que una ciencia sólidamente desarrollada (Pérez-Álvarez 2012). De hecho también se le critica que varios de los representantes principales de la psicología positiva, como son Seligman o Csikszentmihalyi, hayan desarrollado varios de sus conceptos fundamentales en libros de divulgación o de autoayuda (Cabanas y Sanchez 2012).
A pesar de que lo antes expuesto parecen opiniones más o menos fundamentadas, a nuestro juicio, una de las críticas más fuertes que ha recibido la psicología positiva ha sido desarrollada en un artículo del año 2003, publicado por un prestigioso investigador, el Dr. Richard Lazarus. Lazarus (2003b) identificará cuatro problemas fundamentales en la psicología positiva. La primera falencia de las investigaciones en psicología positiva será la de contar sólo con estudios transversales careciendo de estudios longitudinales que puedan brindar información más acertada sobre la dirección de la relación entre las variables en estudio (Lazarus 2003b, 96). Si bien esta crítica parece ser apropiada, es cierto también que fue hecha durante los primeros a´﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽urante los primeros anuestro juicio estudios de  la psicologs posteriores de estudios longitudinales a Biblia, el Corcños años de desarrollo de la psicología positiva, y estas falencias fueron revertiéndose en los años posteriores (por ejemplo ver estudios de Wood, Linley, Maltby, Kashdan y Hurling 2011; Wood, Maltby, Gillett, Linley y Joseph 2008).La segunda falencia indicada por Lazarus (2003b) es el problema de la valencia en las emociones, sostendrá que las conceptualizaciones sobre las emociones positivas propuestas por la psicología positiva son un enfoque demasiado simple, dado que a cualquier emoción se le asigna automáticamente una de las dos valencias, positivas o negativas, sin una base adecuada en la medición de la emoción. Las llamadas emociones positivas se agrupan juntas y se comparan con las llamadas emociones negativas cuando en realidad son dos valencias de la misma emoción. La tercera falencia que indica Lazarus (2003b) es el problema de las diferencias individuales que no siempre son tenidas en cuenta en las investigaciones en psicología positiva. Dicho en otras palabras, varios estudios comparan las diferencias de grupos en estudio pero no los cambios en una persona controlando las diferencias individuales que podrían aparecer. Por último, la cuarta falencia indicada por Lazarus (2003b) es el problema de la medición de las emociones; en general en los estudios se utilizan autoinformes realizados en un único tiempo por los participantes y estos son inadecuados para el propósito de proporcionar descripciones precisas y completas del flujo de emociones que se han experimentado o se muestran.  
==Bibliografía==
Wood, A. M., Maltby, J., Gillett, R., Linley, P. A. y Joseph, S. 2008. “The role of gratitude in the development of social support, stress, and depression: Two longitudinal studies”. ''Journal of Research in Personality'' 42: 854–871.
 
 
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