Teorías contemporáneas de la causación

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Las regularidades darían la información de los factores que actúan como causas bajo esta caracterización. Queda por analizar el sentido de la necesidad que está en juego. Esta necesidad no es lógica. Indica que ''si no hubiera ocurrido ese factor en particular, no habría tenido lugar el efecto'' (ya que no se habría conformado la conjunción que era condición suficiente). Lo cual nos retrotrae a la formulación contrafáctica.
=== Causación por omisión ===
Como se ha señalado, la presencia de algún factor puede impedir la ocurrencia del efecto, por lo cual, en esos casos, es la ausencia de ese factor la que asume el rol causal constituyéndose en casos de causación por omisión. De esta manera las ausencias u omisiones pueden ocupar el rol causal generando efectos. Por ejemplo, el no regar las plantas fue causa de que la planta se muriera, haber omitido cerrar con llave fue causa del robo, que Frank se haya quedado dormido en su guardia fue causa de que accedieran los ladrones, haber omitido colocar la alarma fue causa de que nadie advirtiera el robo (Lewis 1986a, Sección D), que los frenos fallaran fue causa del accidente y la caída del espantapájaros fue causa de que los pájaros se comieran el sembrado (Miguel y Paruelo 1997). Se puede apreciar que en algunos de los ejemplos, también hay omisiones jugando el papel de efecto (nadie advirtió el robo). Por lo cual, también podemos prever que habrá casos en donde las causas generan una ausencia u omisión. De este modo, cuando lo que se obtiene como efecto es una ausencia, diremos que las causas han evitado que ocurriera cierto evento. Lo que obtenemos es una ausencia de ese evento. En estas circunstancias las causas funcionan como ''preventores'' que impiden la aparición del evento, o bien causan su ausencia. Podemos echar mano de representaciones en las que cada círculo es un evento, que ocurre si está sombreado y no ocurre si está en blanco. La relación de causación se representa con una flecha que conecta los eventos.
[[Archivo:Tcc01.png|alt=Fig. 1. Convenciones para la representación gráfica de la interacción causal|centro|miniaturadeimagen|618x618px558x558px|Fig. 1. Convenciones para la representación gráfica de la interacción causal]]
Las flechas que producen prevención podrían también graficarse como un segmento inhibitorio:
[[Archivo:Tcc02.png|centro|miniaturadeimagen|Fig. 2. Nexo inhibitorio.|243x243px]]
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=== Prevenciones, retardadores y aceleradores ===
Cuando las omisiones están jugando el papel de efecto, entonces el efecto está asociado con una ausencia y por lo tanto se ha impedido que algo ocurriera. Casos de este estilo son: que el padre tomara al niño que corría hacia la calle impidió el accidente (Dowe 2000, 123), darle un antídoto impidió la muerte por envenenamiento, los primeros auxilios previnieron la muerte del accidentado, la lluvia de ayer previno la pérdida de la cosecha, las copiosas lluvias de la primavera impidieron los incendios de verano, etc. En todos estos casos algo que ha ocurrido funge como causa de que otros eventos no ocurran. También podríamos disminuir la eficacia de estas prevenciones y mostrar casos en los que no siempre evitan la aparición del efecto sino que lo retardan o disminuyen su intensidad: el funcionamiento de la estación de bombeo causó que la inundación no llegara a niveles tan altos, la provisión de agua potable a la población de refugiados del terremoto hizo que las víctimas fatales no alcanzaran niveles tan altos, el aviso de tsunami permitió que las pérdidas fueran menores (que si no hubiera habido aviso), los cuidados en terapia intensiva hicieron que viviera unos días más, la maniobra del chofer hizo que el choque no fuera tan grave. Todos los casos son intentos de prevenir que no resultan eficaces aunque logran atenuar o postergar el efecto que se quiere evitar. De un modo u otro, lo que está en juego es que la aparición de ciertos factores cambia de alguna manera la ocurrencia del efecto, pudiendo incluso evitar completamente su ocurrencia. Todos ellos son preventores o retardadores del efecto.
Se pueden prever otras combinaciones como por ejemplo impedir que algo impida y así sucesivamente, como se muestra en la figura 3 (prevención y doble prevención).
[[Archivo:Tcc03bis.png|centro|miniaturadeimagen|855x855px696x696px|Fig. 3. Situación I: El preventor b<sub>2</sub> inhibe la ocurrencia de a<sub>2</sub> y con eso impide que el proceso A siga hasta a<sub>3</sub>; Situación II: El preventor c<sub>1</sub> inhibe la ocurrencia del preventor b<sub>2</sub> que de otro modo habría inhibido la ocurrencia de a<sub>2</sub>, de modo que a<sub>2</sub> ya no está inhibido y el proceso A continúa hasta a<sub>3</sub>]]
Se hace evidente que en la relación ''c'' causa ''e,'' las entidades (eventos, estados de cosas, propiedades, aspectos) que pueden estar en el lugar de ''c'' pueden ser variadas en cuanto a su ocurrencia o no ocurrencia (eventos ocurridos o ausencias), lo mismo para el lugar de ''e'', y también la influencia que ''c'' ejerce sobre ''e'' puede ser diversa: puede producirlo, puede acelerar su aparición, puede retardar su aparición, puede impedir su ocurrencia, puede hacer que ocurra de modo diferente, etc. Esto ha llevado a pensar que una causa es aquello que hace una diferencia en la forma en que ocurre el evento (Menzies 2004).
=== Sobredeterminación causal y anticipación ===
Cuando dos o más causas suficientes de un mismo efecto han ocurrido, nos encontramos con la situación de ''sobredeterminación causal''. El caso paradigmático es el del batallón de fusilamiento (Lewis 1986, 194) en el que la muerte del condenado no depende de algún disparo en particular ni de la suma de los disparos sino que cada uno de ellos resulta suficiente para producir la muerte. Este tipo de casos se obtiene cuando hay más de un curso de acción que es capaz de producir el resultado.
==== Sobredeterminación causal simétrica ====
Imaginemos ahora que dos niños están tirando piedras a una botella y ambos tienen buena puntería. Lanzan las piedras de manera que ambas llegan a la botella al mismo tiempo y la botella se rompe. Las piedras son similares en forma y peso. En este caso diremos que la sobredeterminacion causal es ''simétrica'' ya que no hay ningún aspecto por el cual una de las piedras es una causa de la rotura de la botella y la otra piedra no.
==== Sobredeterminación causal asimétrica ====
Si ahora una de las piedras llegara primero, diríamos que hay sobredeterminación causal porque aún sin esa primera piedra la botella se habría roto igual. Es decir, vemos que no es cierto que de no haber existido el primer lanzamiento la botella no se habría roto, ya que está disponible la segunda piedra. Se trata de una sobredeterminación ''asimétrica''. Estos casos son aquellos en los que se dispone de dos causas potenciales, pero solo una de ellas, en virtud de alguna diferencia que hace a la asimetría entre las potenciales causas y el efecto, es identificada como la causa genuina, y la otra queda como una causa “en reserva” que habría dado lugar al efecto si la causa que efectivamente lo hizo no hubiera actuado. De este modo no se trata de casos de sobredeterminación causal, estrictamente hablando. Hay una de las causas que deja sin efecto a la otra, y por tanto se le anticipa de alguna manera. El primer curso de acción deja sin efecto al segundo, lo deja vacío de efecto por habérsele anticipado (''preemption'').
===== Anticipación temprana (early preemption) =====
Supongamos que una diva de Hollywood ingiere una medicación a la que es fatalmente alérgica, aunque ella no lo sabe. La reacción alérgica da comienzo inadvertidamente al tiempo que la diva decide envenenarse. La droga neutraliza el efecto del veneno de modo que constituye un antídoto para cualquier persona. La diva muere al cabo de unas horas con el frasco de veneno en una mano y el medicamento en la otra. Tal como está planteado el ejemplo, el haber ingerido el medicamento la previno del efecto del veneno al tiempo que le desencadenó el fatal proceso alérgico.
Como se muestra en la figura 4, el haber ingerido el veneno (a) habría sido causa de su muerte (e), de no haber sido por el efecto preventivo del medicamento (lazo c-b). En cambio, el medicamento le produce una reacción alérgica letal (d) habiendo ingerido o no el veneno. De este modo el medicamento a la vez que desencadena un proceso que lleva a la muerte impide o interrumpe el curso causal que la llevaría a la muerte por la ingestión del veneno.
[[Archivo:Tcc04.png|centro|miniaturadeimagen|444x444px263x263px|Fig. 4. Anticipación temprana.]]
Una de las causas potenciales, al iniciar el proceso causal hacia el efecto, a su vez corta o interrumpe o previene que se desarrolle el curso causal que lleva de la otra de las causas potenciales al efecto. Un curso causal se ha anticipado tempranamente (''early preemption'') durante el proceso, interrumpiendo al otro curso causal.  Al comienzo del proceso causal que tuvo éxito se produce un corte o inhibición del proceso que ha quedado descalificado.
===== Anticipación tardía (late preemption) =====
En cambio, los casos en los que la causa exitosa en producir el efecto inhibe a la otra dentro de la última etapa o incluso sin ningún tipo de corte o inhibición sino llegando un instante antes a producir el efecto, serán identificados como casos de anticipación tardía (''late preemption''). En este tipo de casos se enmarca el de Bonnie y Clyde que disparan a una botella. Si la bala de Bonnie llega a la botella un instante antes que la de Clyde, ésa será la causa de la rotura de la botella aun cuando inmediatamente detrás se acercaba la bala de Clyde hacia la misma botella.
===== Anticipación triunfante (trumping preemption) =====
Se han señalado (Schaffer, 2000a) otros modos de sobredeterminación asimétrica sobre la base de alguna prioridad que pueda tener uno de los cursos causales sobre otro y en ese caso habría uno triunfante sobre el otro (''trumping preemption''), aun cuando no hubiera diferencias temporales o no hubiera interrupción del curso causal. Supongamos que en un mundo mágico existen leyes según las cuales, de todos los hechizos que se profieran durante el día se cumplirá a medianoche el que primero haya sido proferido. Por tanto, en el caso en que Merlín profiere a las doce del mediodía el hechizo de que el príncipe se convierta en sapo, y luego Morgana dice lo mismo a las seis de la tarde, el príncipe se convertirá en sapo a la medianoche, pero no cabe duda de que el hechizo de Merlín es causa de ese episodio y el de Morgana, no. El hechizo de Merlín deja sin efecto todo otro hechizo que se mencione más tarde a lo largo de ese día: tiene prioridad (en la figura 5, la flecha continua deja sin efecto a la flecha de trazos).
[[Archivo:Tcc05.png|centro|miniaturadeimagen|397x397px266x266px|Fig. 5. Anticipación triunfante.]]
Más tarde se propusieron (Schaffer 2003) ejemplos que evitan la alusión a mundos mágicos y a casos de acciones humanas, pero es necesario suponer que el principio de superposición en física no es válido en esos mundos (principio en el que se suman todas las fuerzas de las distintas influencias para obtener la fuerza neta resultante), cuestión que supone un precio intermedio, pero todavía alto ya que el principio de superposición en física parece ser un principio guía difícil de abandonar. Por estos motivos y otros detalles, parece dudoso poder estructurar un ejemplo de anticipación triunfadora en el campo de las ciencias naturales (Miguel 2010a).
===== Anticipación preventiva (preventive preemption) =====
Si disponemos de dos potenciales preventores para cierto efecto, digamos que hay dos cursos de acción disponibles que pueden prevenir el efecto, pero uno es el que efectivamente lo ha prevenido. En estos casos podemos hablar de anticipación preventiva, ya que uno de los cursos sirvió de preventor, pero anticipándose a un segundo curso de acción que estaba disponible para realizar esa misma tarea. Collins (2000) analiza el caso en el que una pelota se dirige al vidrio de una ventana, pero tanto mi amigo como yo nos arrojamos para atraparla y así prevenir la rotura de la ventana. Sin embargo, efectivamente es mi amigo quien la atrapa. Collins señala que si ninguno de nosotros la hubiera atrapado, la pelota habría golpeado la ventana. Entonces, entre mi amigo y yo hemos prevenido que la pelota golpeara la ventana. ¿Pero fue él o fui yo, o ambos en conjunto?  Claramente fue mi amigo, ya que yo no he contribuido en nada. La noción de anticipación preventiva resulta entonces problemática.
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== Teorías contrafácticas de la causación ==
Una de las corrientes que intenta analizar qué es la relación de causación retoma una de las dos  formulaciones humeanas (Sección 1): aquella que caracteriza la causación diciendo que si la causa no hubiera ocurrido, el efecto no habría existido. En la versión que alcanzó gran aceptación por parte de los filósofos (Lewis 1973a), así como en otras versiones similares menos extendidas (Swain 1978), la teoría contrafáctica de la causación resultó bienvenida por su enorme poder intuitivo al sostener que la dependencia causal se detecta por la dependencia contrafáctica. Si es verdadero el enunciado contrafáctico “Si no hubiera ocurrido ''c'', no habría ocurrido ''e''” entonces podemos hablar de que ''c'' es la causa de ''e'', o una de sus causas (la formulación precisa está más adelante). No obstante el  carácter sencillo y atractivo de esta propuesta para hablar de causas y efectos, tendremos que tomar varios recaudos para evitar adjudicar la relación de causación a situaciones claramente no causales. Cuando abro la ventana con la mano derecha, automáticamente se hace verdadero que “si no hubiera abierto la ventana, no la habría abierto con la mano derecha” pero no parece que “abrir la ventana” sea causa de “abrirla con la mano derecha”. Es decir, son muchos más los condicionales contrafácticos que resultan verdaderos que aquellos que son útiles para identificar los casos de causación. Por este motivo habrá que pedir que los eventos involucrados sean diferentes y no formulaciones diferentes de un mismo evento, o bien que aún siendo diferentes no sea uno parte del otro, para así evitar que la dependencia contrafáctica provenga de alguna relación lógica o semántica, como en “si no hubiera llovido, no habría caído agua de las nubes”.
La asociación entre causación y contrafácticos ha sido un campo de gran desarrollo desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad (Sosa 1975; Sosa y Tooley 1993; Collins, Hall y Paul 2004) dando lugar a versiones más sofisticadas de teorías contrafácticas de la causacion (Woodward 2003; Yablo 2004; Schaffer 2005; Hitchcock 2008).
=== La causación y la dependencia contrafáctica (Lewis versión I) ===
Lewis (1973b) sostiene que dados dos eventos ''c'' y ''e'' que han ocurrido, decimos que ''c'' es causa de ''e'' si y sólo si se cumple que:
De esta manera podemos dar cuenta de la causación y a la vez resolver o evitar las dificultades que enfrenta el análisis regularista (Sección 2.2 más abajo). Por ejemplo si hay una ley que liga ''c'' con ''e'', entonces siempre que ocurre ''c'', ocurre ''e'', y podemos llegar a afirmar que siempre que ocurre ''e'' también ocurre ''c'', como en el caso de la aceleración y la fuerza en el segundo principio de Newton, dando lugar a una posible asignación de causa y efecto inversa a la que paradigmáticamente esperamos. Sin embargo, podemos muy bien sostener que si no ha ocurrido ''e'', eso no garantiza que no haya ocurrido ''c'', podrían haber habido factores que impidieran, por ejemplo, que al aplicar una fuerza el objeto se acelerara. Por lo cual resulta falso el contrafáctico “Si ''e'' no hubiera ocurrido, ''c'' no habría ocurrido,” De este modo, la asimetría contrafáctica impide que el efecto pase a ser causa de las causas. Por otra parte, poder contar con las cadenas de eventos intermedios le permitirá resolver satisfactoriamente los problemas de anticipación temprana (''early preemption'').
=== La causación como influencia (Lewis versión II) ===
En 2000 David Lewis modifica parte del análisis de un modo más drástico aunque manteniendo la aproximación contrafáctica, con el objetivo de que su teoría pueda lidiar de manera adecuada con las situaciones que se le fueron señalado como contraejemplos. En particular la situación más dificultosa para su teoría de la dependencia contrafáctica: el problema de ''trumping preemption''.
Sin embargo, se agudizarán fuertemente las discusiones acerca de los aceleradores y retardadores como causas. El caso del médico que provee cuidados intensivos en los últimos días del paciente, muestra que toda variación de las dosis influencia la forma en que finalmente tiene lugar el fallecimiento. De este modo la causación como influencia nos hace aceptar que los esfuerzos terapéuticos están tan o más calificados como causa que la propia enfermedad que afectó al paciente, lo cual nos aleja de lo que perseguíamos al buscar una teoría de la causación.
== Semántica contrafáctica ==
Para sostener una teoría contrafáctica de la causación es indispensable llegar a un acuerdo acerca de cuándo un condicional contrafáctico es verdadero y cuándo es falso. Es necesario contar con una semántica de condicionales contrafácticos. Esta tarea fue motivo de una nutrida discusión por parte de muchos filósofos (Goodman 1947; Stalnaker 1968 y 1980; Bennett 1974; Pollock 1976; Humberstone 1978; Herzberger 1979; Nute 1975, 1978, 1980a, 1980b, 1981, 1984; Palau 1980; Edgington 1986; Ramachandran 1997, entre otros). ¿De qué modo decidir sobre un condicional contrafáctico en el que no se pueden hacer contrastaciones empíricas? No es posible saber experimentalmente qué habría pasado si ayer, que fue un día soleado, hubiera caído una lluvia torrencial. Por lo tanto, la teoría debería echar mano de otros recursos.
Lo que acabamos de exponer muestra que para los condicionales contrafácticos no vale la regla del refuerzo del antecedente, al igual que ocurre con las normas jurídicas (Alchourrón 1993).
[[Archivo:Tcc06.png|centro|miniaturadeimagen|633x633px578x578px|Fig. 6. Esferas de accesibilidad.]]
El gran avance logrado con esta teoría también significó la apertura de una larga serie de discusiones enriquecedoras de las que participó el propio Lewis (1986c), entre las cuales podemos señalar: de qué manera evaluar un contrafáctico con antecedente disyuntivo (McKay y Van Inwagen 1977; Nute 1978; Warmbrōd 1981; Hilpinen 1982); cómo realizar las evaluaciones cuando no existe el mundo más similar sino una serie infinita en la que cada mundo es más similar que el anterior y de ese modo no se cumple el supuesto de límite  (Díez Calzada 2014); cómo sobrellevar la falla en la transitividad (Palau 1980; Hall 2000; Paul 2004; Sartorio 2006; Miguel 2007), cómo garantizar que el contexto de enunciación y evaluación del contrafáctico no permita que resulte reversible (Flichman 1989; Beebee 1997; Abeledo 1995 y 2000); cuál es el status ontológico y epistemológico de las omisiones y su presencia en los casos de causación (Lewis y Lewis 1970, Casati y Varzi 1995; Lewis 2004; Beebee 2004; Sartorio 2005; Miguel 2006) y varias otras temáticas relacionadas.
== Teorías físicas de la causación ==
=== Tentación regularista ===
La corriente regularista abreva en la primera parte de la definición dada por Hume:
Por estos motivos, entre otros, debemos dar un paso más allá de la corriente regularista.
=== Teorías de transferencia ===
Las teorías que intentan analizar la causación en función de la transferencia de alguna cantidad física, como por ejemplo la energía, enfrentan (Dowe 2000) dos problemas de difícil sino imposible solución: la identidad de tal cantidad a través del tiempo, y la dirección de la causación. Además dejan de lado un importante tipo de causación: la causación por persistencia (como el caso del principio de inercia). Estas teorías presuponen la interacción por contacto y por ello dejan de lado también la causación indirecta, a través de algún mecanismo intermedio, lo cual podría también traer aparejada la pérdida de la transitividad causal. Aun cuando se esperaba que esta característica fuera rescatada por cualquier teoría causal, las fallas sistemáticas hicieron de ella un motivo de controversia. Encontramos incluso argumentos en contra de la transitividad de la causación (Sartorio, 2006).
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=== La transmisión de las marcas: Wesley Salmon ===
Un desarrollo importante de las teorías físicas consiste en la noción de la transmisión de una marca Salmon 1984 y 1994) que se desarrolla sobre la base de características de los procesos y no como una relación entre eventos (Salmon 1984, 139).
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=== Teoría de las cantidades conservadas: Phil Dowe ===
La teoría de las cantidades conservadas se fue conformando luego de varias publicaciones parciales hasta su formulación más sistematizada en 2000 (Dowe 1992a, 1992b, 1996, 1997, 1998b, 1999 y 2000). Su aparición fue acompañada de un gran consenso sobre el éxito de una teoría de la causación que se apoya en las mejores teorías físicas disponibles a la fecha y que puede dar respuesta incluso a las paradojas de la mecánica cuántica (Miguel y Núñez 2016).
==== Procesos causales e interacciones causales ====
Representemos la historia de un objeto como una línea en el espacio-tiempo (de Minkowski) como se ve en el diagrama (Fig. 7). Ésta será la ''línea-mundo'' asociada a ese objeto. Cada punto de la línea-mundo indicará la ubicación del objeto en un instante determinado. Así, una línea-mundo paralela al eje del tiempo indicará un objeto en reposo, una inclinada indicará que está en movimiento. La inclinación no podrá ser mayor que la de la velocidad de la luz. De esa manera queda conformado para cada punto del espacio de Minkowski un cono de pasado y uno de futuro. Un objeto es cualquier entidad que encontramos en la onto­logía de la teoría científica actual o en la del sentido común.
[[Archivo:Tcc07.png|centro|miniaturadeimagen|536x536px519x519px|Fig. 7. Representación en el espacio de  Minkowski: un proceso es representado por una línea-mundo y un evento es representado por un punto P. En el cono futuro de P están todos los eventos que pueden ser alcanzados por una señal proveniente de P. En su cono pasado están todos los eventos que pueden haber influido en la ocurrencia de P.]]
- procesos de ''tipo X'' en donde dos procesos entrantes mediante una interacción causal dan lugar a dos procesos salientes.
[[Archivo:Tcc08.png|centro|miniaturadeimagen|471x471px453x453px|Fig. 8.]][[Archivo:Tcc09.png|centro|miniaturadeimagen|320x320px297x297px|Fig. 9.]]
Veamos uno de sus ejemplos.
Existen casos para los cuales los candidatos a jugar los papeles causales son objetos macroscópicos a los que difícilmente de le apliquen los teoremas de conservación que se aplican a sus partes elementales. En estos casos Dowe sostiene que estos objetos macroscópicos pueden jugar los roles causales si ''supervienen'' en sustratos a los que se aplica los teoremas de conservación. De este modo podemos atribuir roles causales a los objetos macroscópicos porque supervienen en partes elementales a las que se aplica la teoría de las cantidades conservadas. Así, la extensión del mundo causal microscópico al macroscópico se obtiene a través de la relación de ''superveniencia''.
==== Asimetría causal en la teoría de las cantidades conservadas ====
La asimetría de un proceso causal está dada por la dirección en la que se abre la bifurcación de la que forma parte, o bien, en caso de que este criterio no pueda aplicarse (por no formar parte el proceso de una bifurcación abierta), entonces su dirección está dada por la dirección de la red en la que el proceso se encuentra.
Al disponer de criterios independientes para determinar la dirección del entorno y la del proceso, pueden determinarse los casos de causación hacia atrás en el tiempo como aquellos casos en los que la dirección del proceso va en contra de la dirección del entorno. Dowe sugiere una consecuencia empírica que permitiría poner a prueba todo este andamiaje teórico para los ejemplos paradigmáticamente anti-intuitivos como el caso de las partículas cuánticas entrelazadas (Dowe 2000, 206 y Miguel y Núñez 2016). Los casos de causación hacia atrás en el tiempo (''backward causation'') traen aparejado el problema de los lazos (''loops'') causales, ya que si un primer evento es causado por uno posterior, el primero también puede tener alguna influencia causal sobre el segundo y habrá que analizar cómo opera la causación en estos lazos (Berkovitz 2002 y 2008).
==== Dificultades de la teoría física de la causación ====
Al tratar con omisiones y prevenciones, Dowe echa mano de los condicionales contrafácticos. Por ejemplo, al afirmar que la prevención de gritarle al peatón causó que no lo atropellaran (ya que venía un automóvil a su encuentro), no podemos aplicar las condiciones de la teoría de Dowe que presupone eventos o procesos que efectivamente han ocurrido. Así, Dowe se ve obligado a evaluar el siguiente contrafáctico: “si no hubiera ocurrido el grito al peatón, el auto que venía avanzando habría atropellado al peatón.”
Estas y otras dificultades han dado lugar a variadas discusiones, críticas y defensas (Dowe 2001 y 2009; Miguel y Paruelo 1998, 2003 y 2007).
== Teorías probabilísticas de la causación ==
Como adelantamos, es necesario contemplar los casos de causación no deterministas. En esta línea se han desarrollado tanto extensiones de la teoría contrafáctica (Lewis 1986c, 175-184) como otras teorías  (Mellor 1995) y discusiones relacionadas con la ''chance'' de ocurrencia de eventos o hechos (Dowe y Noordhof 2009), según los autores, conectando las preocupaciones filosóficas sobre la causación con las del status de las propensiones y chances.
Por otra parte, existen contraejemplos en los que la ocurrencia de las causas produce una disminución de la chance del efecto, contrariamente a lo esperado por la teoría (Dowe 2000, 33-40 y 2004).
== Teorías de poderes causales ==
Se ha propuesto analizar la causación en términos de poderes causales que un evento tiene para producir o generar el efecto. Entonces, ''c'' causa ''e'' en virtud de que ''c'' tiene esos poderes causales. Esta propuesta (Cartwright 1989, Munford 2009, entre otros) tiene la ventaja de entender la causación de modo singular: en cada caso la causa tiene poderes para generar el efecto. De este modo también se aparta de la tradición regularista. No es cierto que las lluvias causan inundaciones como una relación entre familias de eventos, que contaría como un universal de segundo orden (Armstrong 1997), sino más bien como una generalización de casos individuales, en los que cada lluvia causó su correspondiente inundación.
Tal como sus defensores lo hacen notar, estas teorías están en etapa programática por requerir una extensión metafísica que albergue los poderes causales más allá de las particulares y propiedades a los que estamos acostumbrados. También deberá atenderse a que las disposiciones suelen identificarse con la verdad de enunciados subjuntivos a futuro, del estilo de “si esta copa fuera golpeada se quebraría” para dar cuenta de su fragilidad como propiedad disposicional. La copa tiene varias propiedades cuyo testeo no hace peligrar su existencia. En cambio, en el momento que sepamos el grado de fragilidad que posee, ya no contaremos con la copa entera. Esta característica nos lleva a la semántica de condicionales del subjuntivo, muy cercana a la de los contrafácticos, pero con la diferencia de que pueden ponerse a prueba experimentalmente, al costo de perder la copa. Estas dificultades deberán ser atendidas al momento de completar una teoría de la causación basada en poderes que requiere una metafísica más extensa y una semántica de condicionales más amplia.
== El problema de la diversidad causal ==
A lo largo de toda la tradición descrita, una y otra vez han aparecido voces sosteniendo que quizás el problema en encontrar una teoría de la causación que resulte satisfactoria en todos los casos para los que contamos con intuiciones claras radica en que no hay un solo tipo de causación. Se trataría de diferentes conceptos que se aplican en diversos contextos y los hablantes aprenden a distinguir cuáles conceptos son exitosos para dar cuenta de cada tipo (Sosa 1993; Hitchcock 1996 y 2003; Miguel y Paruelo 1997; Cartwright 2004; Hall 2004; Núñez 2014; Miguel 2014a, entre otros). Como puede apreciarse, las intuiciones son fundamentales para poner a prueba la fortaleza de las teorías para dar cuenta de los casos paradigmáticos y todas las teorías hasta ahora propuestas enfrentan contraejemplos para los que nuestras intuiciones son claras, a pesar de resultar muy exitosas en una larga extensión de casos. Esta situación podría deberse a que las teorías intentan dar cuenta de todos los casos con poca variedad de mecanismos o procesos que se toman como análisis de la causación.
Esta diversidad podría estar indicando que en el mundo hay una extensa colección de relaciones de causación, quizás solo conectadas por un ʻaire de familiaʼ y sin propiedades definitorias como en el clásico ejemplo de “juego”. Y para todas esas relaciones diferentes los hablantes usamos solo una palabra. Este diagnóstico nos impulsaría a elegir una perspectiva de pluralismo causal (Psillos 2008 y Godfrey-Smith 2009).
== Teorías acausalistas ==
Por otra parte esa diversidad de tipos de causación muy bien podría estar indicando que los hablantes proyectan esta relación de causación, pero que no está presente en la naturaleza sino en la selección de la descripción que hacemos de ella.
Un ejemplo sencillo es el de una laguna que puede ser categorizada por la zona del espacio-tiempo en donde están presentes las propiedades del agua. Si esa laguna se formó en cierto año y luego de varias décadas se secó, eso mostraría que hay una porción temporal en la que existe la laguna. Y sumado a la extensión en el espacio, tendremos una caracterización de ese objeto que hemos llamado “laguna”. Si luego identificamos algún otro objeto, proceso o estado de cosas, podríamos comenzar a asignar roles causales del estilo de “la aparición de la laguna causó la presencia de una diversidad de fauna” y así siguiendo. Los roles causales pueden asignarse a eventos, objetos, propiedades de los objetos, procesos, características de los procesos, estados de cosas, cambios en los estados de cosas, cambios en los cambios de los estados de cosas, o incluso a la permanencia de cierto estado de cosas o la permanencia en la tasa de cambio de los estados de cosas. Por otra parte, el recorte de los objetos, procesos y fenómenos presenta límites difusos en donde los hablantes pueden decidir elegir una descripción u otra. Por ejemplo, una burbuja en un cristal cuenta como un objeto esférico de aire o cuenta como un hueco acotado en las tres dimensiones en donde no hay vidrio. De este modo los hablantes podrán referirse a esa burbuja tratándola como un objeto con propiedades o tratándola como una omisión de material. Más tarde elegirán las propiedades que sean relevantes para establecer el rol causal, por ejemplo al señalar que se rompió el cristal a causa de la presencia de esa imperfección, algo que bien podría atribuirse a un aumento en la presión del aire de la burbuja, o bien a la interrupción del vidrio como material homogéneo. Dada esta flexibilidad, no resulta sorprendente que haya una innumerable cantidad de tipos de causación que los hablantes detectan. De este modo, una topografía dinámica de estados de cosas sumado a la elección de las entidades que jugarán el rol de causa y el de efecto, explica la diversidad sin necesidad de presuponer que en la naturaleza exista tal relación.
== Propiedades emergentes, causación internivel y causación mental ==
Una temática cada vez más presente en las discusiones relacionadas con la causación es la de la emergencia de propiedades y la causación internivel. Si prestamos atención a que en ciertos sistemas, el comportamiento colectivo de los elementos del sustrato puede dar lugar a propiedades del sistema, propiedades del todo, pero que no se pueden comprender como un resultado de la suma de las interacciones de las partes, estamos frente al problema de la aparición de propiedades emergentes. Por ejemplo, la transparencia del agua no es una propiedad que pueda derivarse de las propiedades de su molécula, el comportamiento de una manada difícilmente pueda explicarse en términos de sus individuos, y así siguiendo.
El caso paradigmático es el de los estados mentales y su relación con los estados neuronales que le sirven de sustrato.
=== Causación mental ===
La pregunta acerca de la posibilidad de incluir a la mente en las cadenas causales (Pérez 1999) involucra una pregunta fundamental: ¿cómo podemos saber si un estado mental M<sub>1</sub> es causa de otro estado mental M<sub>2</sub> si para cada uno de ellos existe un sustrato neuronal, N<sub>1</sub> y N<sub>2</sub>, y las leyes causales ya están operando en ese sustrato neuronal? No será acaso una ilusión creer que M<sub>1</sub> causa M<sub>2</sub> y que esa ilusión se sostiene por algún tipo de regularidad en la que M<sub>1</sub> lleva a M<sub>2</sub>, aunque esa regularidad en el fondo proviene de otra regularidad en el sustrato N<sub>1</sub> a N<sub>2</sub> (figura 10).
[[Archivo:Tcc10.png|centro|miniaturadeimagen|393x393px283x283px|Fig. 10. Causación mental aparente.]]
<br />Las posiciones fisicalistas como la de Kim (1998) defienden que no hay un lazo causal entre M<sub>1</sub> y M<sub>2</sub> sino que M<sub>2</sub> es una estado que superviene sobre N<sub>1</sub> y que la causación solo opera en el sustrato neuronal. Uno de los argumentos más fuertes es que si hubiera un nexo causal desde M<sub>1</sub> a M<sub>2</sub> ese nexo estaría superpuesto al nexo que va desde  N<sub>1</sub> a M<sub>2</sub> pasando por N<sub>2</sub> con lo cual se obtendría que, todo estado mental M<sub>2</sub> es el resultado de una causación redundante (sobredeterminación causal). Los estados mentales siempre serían efectos de dos cursos causales, uno físico en el sustrato y otro aparentemente presente en el nivel superior de la figura, en el nivel mental. En resumen, la flecha en el nivel superior siempre sería innecesaria. Podemos tomar esta situación como un indicador de que los estados mentales no causan estados mentales sino que aparentan causarlos en virtud de sus conexiones ''vía'' el sustrato neural.
Por otra parte, sería descartada también la capacidad de que un estado mental tuviera algún poder causal sobre el sustrato ya que para ello debería darse una causación descendente (''downward causation'') y volvería a darse la situación redundante de ese peldaño (M<sub>1</sub> a N<sub>2</sub>), como se muestra en la figura 11.
[[Archivo:Tcc11.png|centro|miniaturadeimagen|270x270px187x187px|Fig. 11. ''Downward causation'' aparente.]]
Si a esta redundancia le sumamos el principio de clausura causal según el cual no puede haber un estado físico que tenga causas no físicas, se llega fácilmente a descartar la causación mental. Toda esta temática ha dado lugar a varias discusiones y críticas (Searle 1992; Kim 1992 y 1999; Lowe 2000; Miguel 2010b, entre otros).
=== Propiedades emergentes y causación internivel ===
Una de las propuestas para dar cuenta de la emergencia de propiedades (Humphreys 2008) sostiene que una propiedad emergente aparece cuando se produce una operación física de ''fusión'' entre las partes del sustrato de manera que algunos de los elementos del sustrato pierden poderes causales. Este sería el precio de traer a la existencia la propiedad emergente. Esta propuesta modifica el primer diagrama de causación mental, y cualquier otro de causación de un nivel superior al nivel inferior, de modo que una vez que el sustrato N<sub>1</sub> dio lugar a M<sub>1</sub> ya no está en condiciones de causar N<sub>2</sub> y así desaparece la sobredeterminación causal que descalificaba a M<sub>1</sub> como causa genuina de N<sub>2</sub> (como en la nueva figura).
[[Archivo:Tcc12.png|centro|miniaturadeimagen|202x202px147x147px|Fig. 12. Causación internivel genuina.]]
La discusión sobre las propiedades emergentes y la causación internivel es un ámbito de plena discusión y riqueza conceptual (Andersen, Emmeche, Finnemann y Christiansen 2000; Walter y Heckmann 2003; Bedau y Humphreys 2008, entre otros).
== Representación gráfica de la causación ==
La forma en que representamos la causación puede ser también sometida a discusión (Hitchcock 2007; Miguel 2009). Tomemos un ejemplo en donde la representación puede influir en las intuiciones y las valoraciones de las acciones. Se ha abordado la distinción entre causar y dejar que ocurra (McGrath 2003; Miguel y Paruelo 2007, entre otros) y en ocasiones los resultados del análisis pueden arrojar implicancias de tipo ético al tomar las acciones o la falta de acción como causa de alguna consecuencia que debía ser evitada. McGrath (2003) analiza la distinción hacer/permitir en casos en los que los comportamientos son fuertemente contrastantes. Intenta mostrar que la evaluación moral que resulta del sentido común no sigue un criterio consecuencialista, ya que hay diferencias valorativas de los comportamientos aún cuando las consecuencias parezcan ser las mismas.
Al analizar el esquema de la doble prevención equiparará el caso del médico (que constituye un caso claro de doble prevención) con el de un asesinato ya que una bala disparada al corazón impide que la víctima siga respirando lo cual lo prevenía de la anoxia. De este modo logra mostrar gráficamente que los casos son equivalentes en sus efectos como en la figura 13.
[[Archivo:Tcc13.png|centro|miniaturadeimagen|657x657px475x475px|Fig. 13. Hacer/permitir.]]
Sin embargo, se debería haber representado la segunda situación con un gráfico en el que b<sub>2</sub> fuera una omisión y no pudiera inhibir el episodio a<sub>2</sub>, como mostramos en la figura 14.
[[Archivo:Tcc14.png|centro|miniaturadeimagen|590x590px438x438px|Fig. 14. Peldaños de conexión y de desconexión.]]
El gráfico de la figura 13 es engañoso y no constituye un caso de conexión sino de desconexión neto. El médico no produce la muerte del paciente del modo en que el asesino se la produce a la víctima, como puede apreciarse por la desconexión que hay entre b<sub>2</sub> y a<sub>2</sub> en la figura 14.
Por lo cual vemos que la figura 14 representa ambos ejemplos y no podemos ver la distinción como sugiere McGrath. Podemos atender a esta dificultad indicando el recorte del sistema: quién es la víctima. En la figura 15 se representan el sistema ''paciente'', y el sistema ''víctima''.
[[Archivo:Tcc15.png|centro|miniaturadeimagen|712x712px532x532px|Fig. 15. El recuadro indica el recorte que define el sistema ''paciente'' (esquema superior) y ''víctima'' (esquema inferior).]]
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== Bibliografía ==
Abeledo, Horacio. 1995. “Lewi's Causation: An Almost Fatal Example”, ''Crítica, Revista Hispanoamericana de Filosofía'', '''XXVII''', N° 81, 79-100
Sartorio, Carolina. 2005. “A new asymmetry between actions and omissions.” Noûs 39.3: 460-482.
Sartorio, Carolina. 2006. “On Causing Something to Happen in a Certain Way without Causing It to Happen”, ''Philosophical Studies'' 129/1: 119–36.
Schaffer, Jonathan. 2000a. “Trumping Preemption” ''Journal of Philosophy'' '''97''': 165-181. [Reimpreso en Collins, J., Hall, N., Paul, L. A. (eds.) 2004].
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= Agradecimientos =
Las discusiones entabladas personalmente y en distintas oportunidades con los siguientes investigadores han enriquecido las ideas que aquí se presentan, aunque no son responsables de los errores que todavía puedan persistir. Mi agradecimiento para José Antonio Díez Calzada, Víctor Rodríguez, Jorge Paruelo, Horacio Abeledo, Carlos Venier, Cristina Redondo, Guillermo Pissinis, Ana María Talak, Cristina Di Gregori, Carlos Alchourrón, Gladys Palau, Sandra Lazzer, Alicia Pazos, Osvaldo Pessoa Jr., Achile Varzi, Pablo Vicari, Rolando Núñez, Andrés Bobenrieth, Wilfredo Quezada Pulido, Luis Pávez, Miguel Angel Fuentes, Phil Dowe, Stephen Barker, Chris Hitchcock, Paul Humphreys, Jossie Berkovitz, Peter Menzies, Stephen Mumford, Jim Woodward, Roman Frigg, David Papineau, Olimpia Lombardi, Sebastián Fortín, Carlos Saavedra, Marisa Velasco, Pío García, Daniel Kalpokas, Eduardo Barrio, Diana Pérez, Diego Letzen, Julián Reynoso, Mario Casanueva, Ana Rosa Pérez Ransanz, Raúl Orayen, y fundamentalmente a Eduardo H. Flichman.
 
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